En la anterior (y ya lejana) entrada de este blog empecé a hablar sobre cómo un flujo de trabajo adecuado nos puede ayudar a escribir más asiduamente (lo que no contemplé son otros factores como el tiempo libre que nos deja nuestra vida profesional). En esta entrada me gustaría hablar de mi editor de texto favorito, Byword, y de un complemento muy útil si vamos a escribir usando Markdown: Marked.
La Herramienta: El Editor de Texto
Obviamente, la herramienta fundamental a la hora de escribir un texto hoy en día no puede ser otra que un editor de texto1. La lista de editores a nuestro alcance en el mercado es inmensa. Si nos ceñimos exclusivamente a la arquitectura Mac OS X el abanico comprende desde aquellos para uso general como el omnipresente TextEdit, el gratuito TextWrangler o el manido Microsoft Word, hasta opciones enfocadas a la escritura de código de programación (BBEdit, Sublime Text, Coda, etc. …), pasando por otras enfocadas específicamente a la edición de blogs (MarsEdit).
Sin embargo, recientemente se han abierto paso una serie de editores de texto diseñados específicamente para facilitar la escritura de textos creativos (generalmente artículos o entradas de blogs) mediante la inclusión de diversas herramientas: modos focus o sin distracciones, interfaces minimalistas, escritura en Markdown, sincronización con dispositivos móviles, etc. …
En mi caso, a la hora de elegir entre estos últimos marqué unas condiciones para elegir mi favorito. Aquel editor que se ganase mi beneplácito debería cumplir con lo siguiente:
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Soporte para Markdown: obviamente. Prácticamente casi todos los editores de texto decentes de hoy en día tienen soporte para Markdown y son capaces de previsualizar el resultado final o incluso de ir cambiando el formato en tiempo real según vamos escribiendo las diferentes etiquetas.
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Disponibilidad tanto para Mac OS X como para iOS: no me apetecía tener que utilizar diferentes aplicaciones en las diferentes plataformas, y, además, en movilidad la aplicación tenía que ser universal. No por nada en especial, si no más bien por pereza, ya que no estaba dispuesto a tener que adaptarme a diferentes aplicaciones e interfaces.
Esta condición me hizo descartar al potentísimo Editorial (sin duda el mejor editor de texto para iPad, configurable y automatizable hasta el infinito2). -
Sincronización vía iCloud y Dropbox: dado que mi intención es poder trabajar en varios dispositivos, es requisito imprescindible que exista (y funcione correctamente) un servicio de sincronización que me permita reanudar los textos tal y como los dejé. En el ecosistema Apple, esto se consigue gracias a iCloud, pero, por si alguna extraña jugarreta del destino me viese obligado a tener que escribir en Windows3, nunca está de más que también esté a nuestra disposición la posibilidad de sincronizar mediante Dropbox.
Así que una vez filtrados por estos requisitos, y especialmente por el segundo, las opciones quedaron reducidas a las siguientes:
- Byword para Mac (8,99 €4) + Byword para iOS (4,49 €5).
- Writer Pro para Mac (17,99 €) + Writer Pro para iOS (17,99 €).
- Ulysses (39,99 €) + Daedalus Touch (0,89 €6).
El Elegido: Byword
Tras barajar las mencionadas alternativas, he de decir que me decanté por Byword por, entre otras, las siguientes razones:
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Interfaz simple y limpia: la interfaz de Byword es sin duda lo que más me llamo la atención. Libre de distracciones (y con opción de emplear dos modos focus, concentrándonos bien en la línea o bien en el párrafo actual), según vamos escribiendo en Markdown nos va “previsualizando” el resultado final. Por ello, Byword es perfecto para escribir a toda pantalla, si bien yo no suelo hacerlo como explicaré más adelante. Igualmente, Byword es tremendamente eficaz debido a los atajos de teclados que incorpora, que permiten aplicar diferentes formatos a nuestro texto plano (los habituales
⌘+B
para negrita,⌘+I
para cursiva o el utilísimo⌘+K
para convertir nuestro texto en un enlace, entre otros). -
Uniformidad entre Mac OS X e iOS: otro aspecto que me ayudo a decantarme fue el hecho de encontrarme frente a la misma aplicación tanto en el Mac como en los dispositivos iOS. Es cierto que las aplicaciones en movilidad no tienen toda la potencia de su hermana mayor, algo habitual en este tipo de aplicaciones, pero esto no quita que la versión para iOS de Byword ofrezca una experiencia prácticamente igual a la que nos brinda su versión para Mac.
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Precio: y por último, otro factor decisivo fue el desembolso total a realizar. En el caso de Byword, y sin comprar la opción Premium que habilita la publicación directa (ya que en mi caso, casi siempre añado alguna imagen destacada a mis entradas), era la más económica pues supone tan sólo 13,48 €, frente a los 35,98 € del bluf que ha supuesto Writer Pro7 o los 44,47 € del combo formado por Ulysses y Daedalus Touch con el paquete de compras adicionales (que esta vez sí que son de compra obligatoria, ya que si no estaremos ante una versión Lite). Calidad/precio el ganador estaba claro.
Byword prescinde de la potencia que puede ofrecer Ulysses, no cabe duda (al igual que en iOS no puede hacerle rival a Editorial) pero yo no creo que eso sea un déficit de Byword, ya que en mi opinión, hace de la sencillez su baza principal y además cumple con creces lo que promete: ayudarnos a escribir de manera más productiva y que el paso entre la escritura y la publicación sea lo más corto posible.
El Complemento Perfecto: Marked
Pero si bien las bondades de Byword no son pocas, existe otra aplicación que no puede faltar en el arsenal de todo aquel que escriba en Markdown. Me refiero a Marked8 del genial Brett Terpstra, gurú de la productividad para Mac y autor de numerosas herramientas de las que hablaré en futuras entradas.
Marked es un visor en tiempo real de texto Markdown compatible con todos los editores de texto. Su funcionamiento es muy simple:
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Abrimos nuestro editor de texto favorito, en mi caso Byword, y comenzamos a escribir.
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Guardamos nuestro archivo de texto (bien en local o bien en iCloud y lo nombramos.
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Abrimos Marked.
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Arrastramos el icono de nuestro archivo de texto desde nuestro editor al icono de Marked en nuestro dock, con lo cual se nos abrirá la aplicación que nos mostrará la visualización exacta de nuestro código.
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Seguimos trabajando en nuestro editor de texto, y Marked irá detectando los cambios y actualizándose casi en tiempo real en su ventana. Si queremos forzar a que Marked se actualice, tan sólo deberemos guardar de texto (
⌘+S
, en Byword).
En mi caso particular, lo que hago es colocar ambas ventanas, Byword y Marked, en paralelo mediante Moom, una app imprescindible para gestionar ventanas en Mac OS X, de manera que puedo ir viendo el aspecto final de mi texto en Markdown a la vez que escribo. Es por eso por lo que apenas uso el modo a ventana completa de Byword.
Marked viene con un set de hojas CSS9 bastante amplio, pero que puede ser personalizado con otras hojas de estilos como las recopiladas en Markedstyle o la que los desarrolladores de Byword nos ofrecen como extra. De esta manera, si añadimos la hoja de estilos de nuestro blog a Marked, lo que obtendremos será una visión en tiempo real mientras escribimos de cómo quedará nuestra entrada una vez publicada. Ahí radica la potencia de Marked.
Bueno, ahí y en el gran repertorio de herramientas que nos ofrece. Desde herramientas avanzadas como estadísticas de lectura, repetición de palabras, análisis de palabras clave, etc., a otras que nos son de una mayor utilidad al común de los mortales:
- Estadísticas básicas: número de caracteres, palabras, frases y párrafos (que no coinciden con los números mostrados en Byword, ya que en este último el texto aún está en Markdown) y tiempo estimado de lectura de nuestra entrada.
- Exportación a diferentes formatos: HTML, PDF, RTFD, RTF, DOC, DOCX y ODT, que son casi las mismas opciones que nos da Byword, con la diferencia que éste último nos ofrece LaTeX en vez de ODT.
- Validación de enlaces: que nos permite validar todos los enlaces que hayamos incluido en nuestro texto.
- Vista del código fuente HTML: nos ofrecerá la opción de poder alternar entre la vista final y una vista del código HTML.
En resumen, una herramienta potentísima, en constante desarrollo por parte de su autor, que complementa a cualquier editor de texto de manera perfecta, y que en mi caso forma parte, junto a Byword, del tándem con el que escribo mis (escasas) entradas en este blog.
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Lo siento amantes del papel y bolígrafo, pero es un hecho. ↩
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Como bien analiza en su blog Asier García Morato. ↩
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O por si a iCloud le diese por ponerse tontorrón como hasta no hace mucho. ↩
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Ambas versiones incluyen la opción Publishing para publicar directamente en sitios como WordPress, Blogger, Tumblr, etc… como compra dentro de cada una de las apps, en ambos casos al precio de 4,49 €. ↩
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Ambas versiones incluyen la opción Publishing para publicar directamente en sitios como WordPress, Blogger, Tumblr, etc… como compra dentro de cada una de las apps, en ambos casos al precio de 4,49 €. ↩
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Ofrece diversas compras dentro de la aplicación (exportación, sincronización y tipos de letra y temas) o la opción de un paquete todo en una por 3,59 € adicionales. ↩
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El salto de la anterior iA Writer a la actual Writer Pro sólo se puede calificar de decepcionante. iA Writer fue durante mucho tiempo uno de los mejores editores de texto, pero a la gente de iA Labs se les ha ido de las manos una idea, el “flujo de trabajo simple, que si bien en un inicio parecía interesante, su puesta en práctica ha sido cuanto menos chapucera, y por supuesto bastante lejos de su apellido Pro. Una aplicación “profesional” de escritura en Markdown no pueder carecer de un atajo para incluir enlaces en su versión maquera, o lo que es aún más grave, su versión para iOS no puede no disponer de ningún modo de previsualización de Markdown o no traer incorporado un teclado adaptado a la escritura Markdown (sí amiguitos, eso significa tener que para conseguir escribir una almohadilla deberemos realizar tres taps, toda una oda a la productividad). ↩
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Me refiero a Marked 2, no a la versión anticuada y desactualizada que se encuentra en la Mac App Store. ↩
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Cascading Style Sheets u Hojas de Estilo en Cascada. ↩